IU con más fuerza, ponencia encabezada por Paloma López

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martes, 17 de febrero de 2015

Unos apuntes ecológicos para un programa de gobierno de IU CM


Una política ecológica para el Medio Ambiente y el Territorio de Izquierda Unida y más concretamente de IU CM, ha de ser una política transversal que afecte a la práctica totalidad de las políticas sectoriales y muy especialmente a las de carácter económico y local.

El medio ambiente, o si preferimos la realidad del entorno ecológico, está condicionado por el modo de producción; así la degradación ambiental de la Comunidad de Madrid ha sido y es consecuencia de un modelo productivo basado fundamentalmente, por una parte, en la construcción con un urbanismo desaforado y disperso y las infraestructuras viarias que han propiciado la ocupación masiva de suelo (muchas veces del más fértil y productivo), y por otra en una política de transportes que ha fomentado el uso del automóvil privado, principal causante de la contaminación atmosférica; y un modelo energético basado en el uso de los combustibles fósiles.

Este modelo productivo ha traído como consecuencia una degradación progresiva del medio natural madrileño, no paliada por la existencia de espacios protegidos que, en el mejor de los casos son islas en un territorio fragmentado por el urbanismo y las infraestructuras, un territorio arrasado por el capital financiero inmobiliario constructor. Islas que ahora se están promocionando como “oportunidades de negocio” de un turismo ambientalmente insostenible. Baste como ejemplo la promoción turística que la Comunidad de Madrid y los Ayuntamientos vinculados al mismo, están haciendo del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

La política de urbanismo disperso ha traído como consecuencia una ocupación indiscriminada del espacio madrileño (lo que algunos autores han denominado como el melanoma del suelo), además de propiciar el uso del automóvil privado, no sólo para los desplazamientos a la capital, sino también muchas veces imprescindibles en el interior de los propios municipios) con las consiguientes consecuencias de contaminación atmosférica, congestión viaria (que en el modelo productivo madrileño se intenta paliar, sin conseguirlo, con nuevas infraestructuras), pérdida de tiempo y de calidad de vida de los ciudadanos y otra forma de extraer rentas del trabajo a través del gasto en transporte ya sea este público o privado; consecuencia de una fragmentación territorial que genera la necesidad de cada vez mayores desplazamientos desde lugares cada vez más lejanos.

En definitiva el antiecológico modelo productivo de los distintos gobiernos de la Comunidad de Madrid (y no excluimos prácticamente a ninguno) así como de la mayoría de sus Ayuntamientos, ha traído como consecuencia una región fragmentada en lo urbano y en lo natural, la ocupación urbanística y de infraestructuras de suelo natural y fértil; atravesada por más de mil Km de autovías y autopistas, la mayoría innecesarias; un medio cada vez menos natural cada vez más contaminado por tierra, agua y aire que ha generado una degradación de la naturaleza con la consiguiente pérdida de actividad agraria y de biodiversidad; generando todo ello repercusiones negativas en la salud, así como pérdida de calidad de vida y de renta de los madrileños.

Sin desdeñar medidas puntuales correctoras o de freno de actividades económicas de repercusión ecológica negativa que, si son realmente eficaces, generarían contradicciones irresolubles con el propio modelo, una política ambiental de Izquierda Unida para la Comunidad de Madrid, no puede basarse más que en la implantación de un modelo productivo de base ecológica y social que promueva el desarrollo humano de sus habitantes, mediante la diversificación productiva, tanto sectorial como espacial, potenciando un desarrollo endógeno de las localidades y comarcas que fije población y empleo en ellas limitando así desplazamientos de personas y mercancías, proteja la biodiversidad y con la conservación de suelo y espacios naturales y agrícolamente productivos.
Todo ello sin olvidar el serio y cada vez mayor problema de los residuos, urbanos, industriales, de construcción, etc…, problema que desde los gobiernos del PP se pretende solucionar mediante medidas diseñadas para el negocio de su recogida, tratamiento y eliminación (actividades que constituyen nuevos nichos de negocio de las constructoras) y no mediante su reducción, reutilización y retorno (lo que traería una disminución del volumen de negocio de esas empresas, incluidas las de reciclaje), olvidando conscientemente que el residuo más barato de recoger, tratar y eliminar es el que no se produce.

Líneas Generales de medidas ecológicas para un gobierno madrileño
No es intención de este escrito presentar un programa ecológico para las elecciones de Mayo, sino de establecer unos ejes generales de ese programa que formarían parte de nuestras líneas maestras de gobierno en esta materia, tanto para la Comunidad de Madrid, como para los Ayuntamientos.

La elaboración del programa se hará posteriormente, aunque con toda la brevedad posible (el tiempo está en contra nuestra) con las aportaciones que, aquí y en otros foros, se realicen.

El eje de una política medio ambiental de gobierno debe ser ecológica y social que persiga el desarrollo humano, alejada tanto del puro y simple conservacionismo, como del nefasto desarrollismo.

Ese eje no es otro que el ir avanzando hacia un nuevo modelo productivo que restablezca la fracturada, en favor de la acumulación capitalista, “interacción metabólica entre la naturaleza y el hombre”, en palabras de Marx.

La recuperación del espacio
Se hace necesario recuperar el espacio natural y urbano de la Comunidad de Madrid, tanto para la conservación del medio natural y de la biodiversidad, como para el bienestar de los ciudadanos, partiendo de la base de que quienes más sufren la degradación ambiental son las clases trabajadoras.
Ordenación de los territorios rurales dentro de una Normativa de Ordenación y Protección Integral del Territorio de la Comunidad de Madrid. Una política ecológica de de recuperación del suelo sólo puede ser la de superar los territorios protegidos con una política de protección del territorio.
La Comunidad de Madrid necesita de una nueva cultura del territorio, ya que en realidad, la actual no consiste más que en favorecer la acumulación del capital que ha generado una “incultu­ra” hegemónica del despilfarro, del individualismo, de la insolidaridad, de la competitividad, del usar y tirar y de los productos basura, que han sido los pilares básicos del capitalismo.
La Comunidad Autónoma de Madrid tiene las compe­tencias en lo relativo a los usos del territorio, al medio ambiente en espacios naturales protegidos, agricultura, ganadería, caza y pesca.
Por su papel ecológico y de mantenimiento de un mun­do rural con base agraria, crear la figura de planeamien­to de “suelo rústico de protección agraria”, destinado a fines agrícolas y ganaderos.
Espacios de especial protección
La política de recuperación o creación de espacios o te­rritorios “naturales” protegidos solo tiene garantías de ser eficaz si se inscribe en el contexto de una estrategia in­tegral de protección del territorio considerado como algo vivo y complejo.

Un ejemplo es el del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, un parque temático en el que se está priorizando su uso turístico frente al de conservación del entorno ecológico y de la biodiversidad.

Tanto en este, como en otros espacios protegidos se hace necesario un aumento de la superficie protegida acompañada de una alternativa ecológica y social para los mismos.

Diversificación productiva
Aprovechar los recursos endógenos y las posibilidades productivas de cada localidad y comarca, además de fijar empleo en los pueblos y localidades madrileñas, contribuirá a la disminución de las necesidades de transporte y de consumo de energía.

Debemos tender hacia una ordenación descen­tralizada, disminuyendo la radialidad emanada de la ca­pital, así como a una descentralización de la actividad industrial y servicios, de las ubicaciones de los centros institucionales nacionales y regionales, de abastos y proximidad de los servicios públicos básicos.

Un aire limpio
El transporte y especialmente el uso del vehículo particular de combustión interna es el principal factor de producción de gases contaminantes y de efecto invernadero en la Comunidad de Madrid.
En ese sentido las medidas encaminadas a la mejora de la calidad del aire madrileños deben ir dirigidas muy especialmente a reducir la necesidad del transporte y su impacto am­biental.
Se hace necesario elaborar una estrategia de recuperación de la calidad del aire de la Comunidad de Madrid, basada en la participación de los agentes implicados (administraciones central, autonómica y local, organizaciones ecologistas, etc…)

Infraestructuras y transporte
Más infraestructuras viarias no solucionan los problemas de movilidad, sino que los trasladan en el tiempo (efecto rebote) o en el espacio trasladándolo a otros lugares de las Comunidad.

Es necesaria una política de gestión y no de construcción, encaminadas a la “evaporación” del tráfico.
Siendo conscientes de que es un proceso largo, se trata e dar un giro radical a la política de transportes e infraestructuras, encaminada a un modelo en el que primen las necesidades reales de la sociedad que reduzca las necesidades de transporte y evite el despilfarro en infraestructuras, que proteja la riqueza natural de la región y promueva un acceso equitativo de los servicios.

Energía
En materia energética, la regulación racional de los intercambios de energías humanidad-naturaleza requiere un proyecto de sociedad basado en las energías renovables, la descentralización en la producción (municipalizando parte o toda la energía de las  instalaciones municipales, fomentando el autoconsumo energético), y en la utilización ahorradora, incluso reductora, de la energía.
Dicho de otra manera, la vía está en “liberar” el desarrollo de las fuerzas productivas de “las trabas capitalistas”, avanzando hacia un cambio del actual modo de producción para él que es imposible tanto la sobriedad del consumo energético, como su descentralización. Avance mediante  el indispensable desarrollo democrático de las fuerzas productivas de unas energías renovables que cumplan unas condiciones mínimas como ser capaces de proporcionar una cantidad sustancial de energía; tener un rendimiento de energía neta de 10:1 o más y no tener un impacto ambiental, climático o social inaceptable.
Fiscalidad Ecológica
Crear una fiscalidad ecológica siendo conscientes de que  resulta una tarea compleja y requiere, para cumplir el objetivo de proteger el medio ambiente y compatibilizar conservación y desarrollo económico y social.

Los Residuos
La recogida, gestión y eliminación de residuos, competencia municipal, es uno de los problemas ambientales más difíciles de resolver en la actualidad; especialmente si se trata de hacer desde la perspectiva de su eliminación.

Es necesaria una nueva estrategia de residuos de la Comunidad de Madrid que cambie radicalmente el actual modelo basado principalmente no en cómo eliminarlos (negocio empresarial), si no en la reducción, la reutilización y el retorno y subsidiariamente en el reciclaje, el tratamiento y eliminación.

Hay que partir del principio de que el residuo más fácil y menos costoso de eliminar es el que no se produce.
José Ramón Mendoza
Febrero 2015

Nota: Este texto fue presentado en el "Encuentro Político" de Espacio Plural el pasado viernes 13 de Febrero de 2015




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